Acotar la criminalidad, una reforma laboral y combatir monopolios harán más competitivo al país; la agenda de competitividad debe ser una política de Estado que trascienda sexenios, dice el Foro
México debe solucionar cuatro aspectos que le permitan mejorar su competitividad, porque solo así podrá manejar mejor los embates de los ciclos económicos y la incertidumbre mundial, asegura el director asociado del Centro de Competitividad del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), Beñat Bilbao-Osorio.
Un primer punto es mejorar en el rubro de instituciones públicas, que incluye el concepto de seguridad tanto física como jurídica.
"México tiene un problema de criminalidad importante que implica costos importantes a la hora de hacer negocios dentro del país. Existe, además, una percepción por parte de los empresarios que el Gobierno podría ser más ágil en temas de seguridad jurídica y el funcionamiento del sistema judicial", dice en entrevista con CNNExpansión.
Un segundo factor está relacionado con la rigidez en el mercado laboral. "Observamos que todavía los procedimientos para la contratación y el despido de trabajadores que permitan que las empresas se puedan adecuar de manera más eficiente a los ciclos económicos todavía son relativamente rígidos".
En tercer lugar, existen deficiencias en los niveles de competencia en sectores estratégicos para la economía mexicana como pueden ser el tema de telecomunicaciones y el tema energético y, un cuarto gran reto competitivo a mediano y largo plazo está relacionado con la innovación.
Bilbao-Osorio explica que hay que tomar en cuenta el concepto de innovación en un sentido amplio, "como la capacidad para generar y utilizar conocimiento y desarrollar nuevos productos y servicios de mayor valor agregado".
En este sentido menciona tres grandes áreas: mejorar la educación; desarrollar las tecnologías de la información y comunicación donde México todavía tiene un cierto rezago con respecto a economías más avanzadas y, hacer inversiones para el desarrollo de la capacidad científica y tecnológica, tanto pública como privada, para obtener esa capacidad y conocimiento y generar nuevos productos y servicios de mayor valor agregado.
Destaca que la agenda de competitividad es a largo plazo y debe ser una política de Estado, que esté un poco al margen de los cambios políticos. "Es por ello que siempre consideramos importante que esta agenda de competitividad esté consensuada con los distintos grupos políticos para que no se retroceda en los pasos que se dan para mejorar la competitividad y es algo que tanto el Gobierno actual como el que llegue a futuro, deberían tener en cuenta".
Por ello, Bilbao-Osorio considera necesario que exista un diálogo fluido entre los distintos actores para acordar una agenda consensuada, que permita desarrollar estas formas de mediano y largo plazo más allá de los ciclos políticos.
"Con independencia del partido, los políticos entienden la importancia que tiene la competitividad para el desarrollo y progreso económico de un país y por lo general se sigue trabajando en aplicar la agenda de competitividad, por lo que es necesario una continuidad en la agenda para que las acciones se puedan llevar a cabo. Lo ideal es seguir trabajando sobre lo ya hecho".
México se encuentra en una posición que tiene fortalezas competitivas, pero demuestra que también tiene una serie de debilidades en materia de competitividad que debe mejorar. Ha progresado en el índice de competitividad del WEF y en el ranking 2011-2012 avanzó 7 sitios para ubicarse en la posición 58, pero debe seguir avanzando.
"Sobre todo en este momento de incertidumbre la competitividad tiene una importancia cada vez mayor. Observamos que aquellos países que son más competitivos, son capaces de manejar y orquestar de mejor manera los embates de los ciclos económicos y de la incertidumbre económica y están los casos de Alemania, Suiza o los países nórdicos"
Fuente: CNN Expansión
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