El temor por su posible salida de la eurozona tiró
la capitalización de los mercados: analistas; es casi imposible encontrar una
solución rápida a la crisis del euro, dice Jorge Sicilia, de BBVA.
La
incertidumbre derivada de una posible
salida de Grecia de la zona euro ha provocado que las bolsas de
valores a escala internacional hayan perdido 4 billones de dólares en su valor
de mercado, según estimaciones de analistas económicos.
"Es
una estimación aproximada de lo que los mercados han perdido por el temor de
que Grecia salga de la eurozona y eso ha hecho que los mercados accionarios del
mundo hayan ajustado su valor desde sus máximos de mayo", dice Funuel
Fuentes, analista técnico de Monex Grupo Financiero.
Los
resultados de las encuestas helenas, en donde los partidos tradicionales a
favor de las medidas de austeridad se ubicaron como líderes para las elecciones
del próximo 17 de junio, ha dado un poco de tranquilidad a los inversionistas,
pero la necesidad de que los bancos españoles reciban mayor apoyo financiero se
hace más patente, con lo cual la prima de riesgo española alcanzó un nuevo
máximo histórico en 512 puntos base.
"Es
prácticamente imposible encontrar una solución rápida a la crisis del
euro", dice Jorge Sicilia, economista en jefe de BBVA
tras asegurar que será un proceso lento porque se requieren hacer ajustes
institucionales y reformas importantes.
También
considera que la ruptura del euro no se va a producir y que la salida de Grecia
de la eurozona es algo que "ellos tendrán que decidir".
"El
euro no se va a romper como bloque, pero tampoco cabe esperar
soluciones mágicas y la transición al nuevo equilibrio será lenta y con
profundos ajustes" e indica que la situación en la región europea es
difícil.
"Vamos
a seguir teniendo momentos de tensión, pero estamos en el camino correcto. A
muchos nos gustaría que fuera un poquito más rápido, pero hay que ser
realistas. Esto va a ser lento y en el límite estimamos que será para
bien", apunta Sicilia de BBVA.
El Banco
Central Europeo (BCE) no intervino la semana pasada en el mercado secundario de
deuda para ayudar a los países periféricos de la eurozona, pese al fuerte
repunte que han experimentado las primas de riesgo de economías como la de
España e Italia, dicen analistas. De esta forma, la entidad acumula 11 semanas
consecutivas sin comprar deuda periférica.
Durante
la semana pasada los mercados accionarios internacionales continuaron
presentando cierta debilidad ante la creciente incertidumbre en torno a la
crisis de deuda soberana derivada de la posible salida de Grecia de la zona del
euro, indica Arturo Espinosa, director de Servicios de Análisis de Santander.
En su
informe semanal indica que durante el último mes los mercados accionarios
globales han perdido 4 billones de dólares en el valor de mercado ante la
incertidumbre sobre Grecia.
"En
general, vemos mucha desconfianza en los mercados. La trampa política que tiene
la zona euro no es fácil de sortear. Europa está por decidir si adopta un
camino de mayor federalización entre sus países miembros -lo cual implica
sacrificios a las soberanías de muchos- o bien permite, más a fuerza que con
ganas, que algunos países sean excluidos de la unión", subraya.
Los
mercados financieros continuarán enfocados sobre los acontecimientos en Europa,
donde se agota el tiempo para orquestar una respuesta convincente ante una
eventual salida de Grecia de la eurozona y ante los problemas que vive el
sistema financiero europeo, agrega Mario Correa, economista en jefe de
Scotiabank.
"Hay
que distinguir entre dos temas importantes: la recesión económica y la
posibilidad de un contagio financiero. En la medida en que la
actividad económica se frena, se complica la trayectoria sostenible en la deuda
pública en los países de la región, lo que a su vez genera inquietud sobre su
solvencia", subraya.
En el
mismo sentido, la situación financiera de los bancos se deteriora. Una eventual
salida de Grecia tendría un impacto directo relativamente acotado sobre el
ritmo de actividad económica de la región, pero podría tener un gran efecto
sobre el sistema financiero.
De
entrada, muchos bancos tendrían que absorber la pérdida generada por el
incumplimiento de las obligaciones griegas, lo que si bien ya debe estar en
gran medida reservado, se agregaría a las presiones que ya están enfrentando
por la recesión.
En su
opinión, en la medida en que se generalice la percepción de que la situación
fiscal de otros países está fuera de control, se podría detonar una liquidación
de activos y una búsqueda desenfrenada por liquidez en monedas más seguras.
Bajo
estas circunstancias, dice Correa, los bancos centrales tendrían que salir a
proveer la liquidez necesaria como prestamistas de última instancia al sistema
financiero, pero difícilmente impedirían una fuerte turbulencia en los mercados
internacionales y que la recesión se profundice y prolongue en el tiempo.
Recomienda
estar pendientes de la situación en Estados Unidos, especialmente del reporte
de empleo del mes de mayo, que se publicará el viernes, y que será el indicador
más relevante para determinar cómo está cambiando el ritmo de la actividad
económica.
"Para
pensar que la economía está ganando velocidad, tendría que observarse una
creación de cerca de 200,000 nuevos empleos; mientras que una cifra por debajo
de los 120,000 representaría una señal negativa para los mercados".
Advierte
que en México, los mercados financieros continuarán más influidos por los
acontecimientos externos que por los nacionales. El tipo de cambio es, bajo las
circunstancias actuales, la variable más sensible ante los cambios en el
entorno global.
Fuente: CNN Expansión