La empresa hizo sacrificios en el 2009, pero se mantuvo como el mayor exportador automotriz; Grace Lieblein, CEO de la firma en el país, redirige también sus exportaciones a Brasil.
La mañana del 1 de junio de 2009 los obreros de las cuatro plantas de General Motors (GM) México -lugar 14 en el ranking de Las 500 Empresas Más Importantes de México de Expansión- se reunieron en una sala de juntas para platicar vía satélite con Grace Lieblein, presidenta de la filial mexicana.
La angustia era compartida: temían quedarse sin empleo.
“Ninguno de nosotros tenemos garantizado nuestro trabajo”, les dijo Lieblein justo en el momento en que el futuro de la armadora estaba lleno de incertidumbre.
“Ninguno de nosotros tenemos garantizado nuestro trabajo”, les dijo Lieblein justo en el momento en que el futuro de la armadora estaba lleno de incertidumbre.
Minutos después, Lieblein captó en la misma pantalla por la que platicó con sus empleados, el mensaje en vivo del presidente Barack Obama en el que informaba que GM sería rescatada de la bancarrota con un programa de reestructura y un fondo por 50,000 millones de dólares (MDD).
Habían pasado dos meses desde la renuncia de Rick Wagoner, presidente mundial de GM.
Habían pasado dos meses desde la renuncia de Rick Wagoner, presidente mundial de GM.
Pasado el mediodía, aseguró ante la empresa que ninguna planta de la armadora en México cerraría.
Luego, volvió a enlazarse con todo el personal: “Los que logremos salir de esto, vamos a ser reconocidos como los que sacamos adelante a General Motors”.
La crisis transformó a la compañía
El anuncio de bancarrota transformó la mecánica de trabajo de GM en todas sus filiales del mundo.
El anuncio de bancarrota transformó la mecánica de trabajo de GM en todas sus filiales del mundo.
Lieblein no tuvo margen para dudar. Si quería ayudar a sortear la quiebra, debía generar ahorros y no ceder el lugar que la subsidiaria a su mando ocupa desde 2002 como el mayor exportador automotriz de México.
Así que puso en marcha un plan para reducir costos.
Recortó alrededor de 12% de su personal (que entonces era de unos 12,000 empleados) y entró al programa de paros técnicos, con el cual el gobierno federal erogó 2,000 millones de pesos (MDP) para pagar parte de los sueldos cuando los obreros dejaran de trabajar por días.
Recortó alrededor de 12% de su personal (que entonces era de unos 12,000 empleados) y entró al programa de paros técnicos, con el cual el gobierno federal erogó 2,000 millones de pesos (MDP) para pagar parte de los sueldos cuando los obreros dejaran de trabajar por días.
Entre otras acciones, también reestructuró sus gastos administrativos.
Dejó de comprar directamente los materiales de papelería y contrató empresas para que le enviaran los productos a consignación, de modo que al final de mes les pagara a los dueños sólo lo que había utilizado.
Dejó de comprar directamente los materiales de papelería y contrató empresas para que le enviaran los productos a consignación, de modo que al final de mes les pagara a los dueños sólo lo que había utilizado.
A la vez, GM México afinó su operación internacional. Lieblein explica el camino que siguió.
Con el 'pie derecho' en Brasil
Con el 'pie derecho' en Brasil
“Insistimos en la diversificación de mercados logrando que nuestro objetivo no sólo sea EU. Ampliamos la visión hacia Canadá y Asia, así como a Centro y Sudamérica”.
Al cerrar 2009, del total de unidades exportadas por GM México, 78.2% se dirigieron a EU, el resto se envió a Brasil, Argentina y, por primera vez, a Chile.
Un año antes, aunque la producción total fue mayor, EU concentraba 88.2% de las exportaciones.
Un año antes, aunque la producción total fue mayor, EU concentraba 88.2% de las exportaciones.
Otra de las estrategias de Lieblein fue posicionar su portafolio de modelos de exportación, el más grande en la industria automotriz mexicana y que abarca los automóviles Chevy, Aveo, G3 y HHR, y las camionetas Avalanche, Escalade, Sierra, Vue, Silverado, Captiva y SRX.
“Nuestro Aveo ha mostrado buen apetito en Canadá y en algunos mercados de Sudamérica”, dice.
Con este vehículo producido en San Luis Potosí, GM no sólo quiere conquistar consumidores, además busca elevar su participación en el segmento de autos compactos.
También se fijó en Brasil al complementar con unidades mexicanas la oferta de GM en un país que rompió récord de ventas en 2009.
También se fijó en Brasil al complementar con unidades mexicanas la oferta de GM en un país que rompió récord de ventas en 2009.
“En Brasil, se vendieron más de tres millones de vehículos por primera vez en su historia”, explica y añade que con modelos como la Captiva Sport, producida en Ramos Arizpe, GM México entró al mercado brasileño “con el pie derecho”.
La gran sorpresa es que GM México retuvo su liderazgo exportador en medio de “la peor crisis automotriz, principalmente porque México exportaba 81% de lo que producía, y 70% iba a EU”, dice Eduardo Solís, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
Armando Soto, presidente de Kaso Consultores, socio de Global Insight, señala que el que GM haya redirigido sus exportaciones demuestra las ventajas de México: menores costos de producción frente a EU y acuerdos comerciales con países latinoamericanos.
El siguiente objetivo: el mercado interno
Para Leiblein, el siguiente paso es fortalecer las ventas internas para recuperar el primer lugar que ocupó por 13 años consecutivos (ahora ocupa la segunda posición después de Nissan).
Para Leiblein, el siguiente paso es fortalecer las ventas internas para recuperar el primer lugar que ocupó por 13 años consecutivos (ahora ocupa la segunda posición después de Nissan).
Este año, la armadora anunció, sin precisar montos, que realizará inversiones y lanzará nuevos modelos.
Sus plantas trabajan a un ritmo normal y algunos vehículos fabricados en Ramos Arizpe están en China y Rusia.
En mayo de 2010, enlazada y de cara nuevamente a todo su personal, Leiblein dijo con entusiasmo: “Estamos superando una crisis que muchos veían como una hazaña francamente imposible”.
En el primer semestre del 2010, GM Norteamérica reportó utilidades antes de impuestos e intereses por 1.2 mil MDD frente a un cierre de 2009 con pérdidas por 3.4 mil MDD.
Fuente: CNN Expansión